Un proceso pseudo-constituyente
| Author | Ruíz Miguel, Carlos |
| Pages | 67-103 |
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III.1.A. Desde finales de 2010, el mundo árabe se ha visto sacudido por una serie de protestas pacíficas que han alterado profundamente la situación política en varios países de la región del Oriente Medio y el Norte de África.
Algunos autores, como Noam Chomsky, consideran que las revoluciones árabes tienen su inicio en la rebelión pacífica saharaui organizada en el campamento de Akdaim Izik, cerca de El Aaiun, capital del Sahara Occidental ocupado154. El campamento, creado el 9 de octubre y destruido violentamente por las fuerzas de ocupación marroquí el 8 de noviembre, reunió a unos 20.000 saharauis para protestar contra el expolio de las riquezas naturales del territorio por la potencia ocupante, en contraste con la grave situación de pobreza y desempleo de la población nativa. Las imágenes del campamento pacífico de protesta y las imágenes de su destrucción fueron vistas en todo el mundo árabe.
Apenas unas semanas después, el 17 de diciembre de 2010, en Túnez, un joven vendedor ambulante llamado Mohamed Bouazizi, se quemó a lo
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"bonzo", falleciendo días después. Aquel hecho fue el desencadenante de una protesta pacífica contra el régimen de Zinedine Ben Ali que terminó con la huida de éste del país el 14 de enero de 2011.
Muy poco después, la rebelión se extendió a Egipto. El 25 de enero de 2011 se produjo una multitudinaria manifestación contra el régimen de Hosni Mubarak iniciándose en la plaza Tahrir (Liberación, en árabe) un campamento de protesta que concluyó con la renuncia de Mubarak al poder el 11 de febrero.
Por esas fechas se produjeron también protestas en algunos otros países del mundo árabe155.
III.1.B. La agencia EFE informó de que el 21 de enero un saharaui, en la ciudad ocupada de Smara, y un marroquí en Casablanca se quemaron a lo "bonzo"156(noticias posteriores dicen que fueron dos personas, y no una las que intentaron quemarse en Marruecos). Francia y su tutelado Mohamed VI, comenzaron a preocuparse por el curso de los acontecimientos. El día 27 de enero, Mohamed VI emprendió un viaje secreto a París para entrevistarse con Sarkozy, al tiempo que algunas tropas del Sahara Occidental ocupado fueron desplazadas al interior de Marruecos en previsión de posibles revueltas Aunque algún medio español intentó "desactivar" el alcance de la noticia diciendo que el viaje fue de "vacaciones", lo cierto es que es difícil calificar de "vacaciones" un viaje de un día a París para entrevistarse con el presidente Sarkozy157. El gobierno marroquí intentó un desmentido parcial (no negó el viaje a París, secreto, pues no fue anunciado oficialmente ni por Marruecos ni por Francia) de Mohamed VI, aunque negaba el movimiento de tropas), pero el periodista Lmrabet mantuvo su información158. Unos días después, cuarenta
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profesores intentaron quemarse a lo "bonzo" delante de la sede del Ministerio de Educación en Rabat, aunque sólo dos lo consiguieron159. Unos días después de celebrada la manifestación del 20 de febrero aún se quemaron dos personas más, de las que una falleció160.
III.1.C. La situación social era, por tanto, de gran inestabilidad en Marruecos. Sin embargo, algunos políticos de Marruecos y de España insistían en afirmar la "excepción" marroquí frente a la ola de cambios que azotaba el mundo árabe.
En Marruecos, el ex–ministro de comunicación, Nabib Benabdallah, dijo el 31 de enero que "Marruecos no está afectado por la ola de protestas que experimenta el mundo árabe porque el rey ya ha hecho la revolución de jazmín en Marruecos contra la pobreza y la precariedad"161. Por su parte, la ministra española de Asuntos exteriores, Trinidad Jiménez García-Herrera, en el Consejo de Ministros de la UE, "ha aprovechado su intervención en el debate para expresar apoyo a Marruecos y destacar que es el país de la región con un proceso democrático "más consolidado", por lo que la UE debería "fortalecer" los vínculos con él"162.
III.1.D. En este contexto, un grupo de personas, a través de "Facebook" convocaron a los marroquíes a manifestarse para el 20 de febrero de 2011. Conforme se acercaba la fecha el nerviosismo del régimen marroquí fue en aumento sobre todo porque, poco antes de las manifestaciones, se produjeron dos adhesiones al movimiento de una importancia política extraordinaria. Por un lado, el primo carnal de Mohamed VI, el príncipe Mulay Hicham, que defiende la democratización del sistema marroquí y que vive exiliado de facto
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en los Estados Unidos y donde ha asesorado al presidente Obama, después de haber negado que Marruecos fuera una "excepción" en el mundo árabe163, expresó su apoyo a las manifestaciones en una larga entrevista que se le hizo en la televisión "France 24 h" el día 18 de febrero164. Por otro lado, también dio apoyo al "20 de febrero" el jeque Abdesalam Yasín, líder del movimiento islamista pacífico "Justicia y Caridad", uno de las más, o la más importante, asociación existente en Marruecos, pero que no está reconocido legalmente porque niega al rey el título de "príncipe de los creyentes"165.
El pánico de las autoridades marroquíes era creciente. El 15 de febrero, cinco días antes de la fecha prevista para la movilización, el Gobierno anunció que duplicaba los subsidios a los productos básicos (productos alimenticios de primera necesidad, gas de cocina y gasolina)166. Pero no era suficiente y en una operación de intoxicación de última hora, la agencia oficial de prensa publicó, en la víspera de las manifestaciones, una noticia absolutamente falsa titulada "
III.1.E. Finalmente, llegó el domingo 20 de febrero. En un nuevo intento de boicotear las manifestaciones pacíficas, el régimen infiltró a algunos ma-tones para producir destrozos materiales y daños personales.
No obstante, el éxito de las manifestaciones fue rotundo. No se recuerda en la historia de Marruecos que se produjeran, simultáneamente, en tantas ciudades marroquíes tantas manifestaciones. Hubo manifestaciones simul-
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táneamente en casi sesenta ciudades marroquíes168. No sólo hubo muchas manifestaciones, sino que además, esas manifestaciones (como se puede comprobar en los videos) fueron muy concurridas. Se especula que fueron 400.000 los marroquíes que a lo largo de todo el país se manifestaron169.
En una página web170se ofrecen cifras de participación de algunas de estas manifestaciones con cifras elocuentes y creíbles si se ven los videos de las manifestaciones171.
III.1.F. Como en otros momentos de la historia reciente marroquí, voces marroquíes y extranjeras surgieron para quitar importancia a la movilización. Así, un periodista, David Alvarado, titulaba un día después de las manifestaciones: "Marruecos sale tímidamente a la calle para pedir reformas políticas"172.
Por su parte, el ministro de asuntos exteriores marroquí, Taieb Fassi-Fihri, ante la observación que le hizo un periodista portugués acerca de que "los jóvenes marroquíes dicen que el Parlamento no tiene poderes, y no sienten que tengan una participación en el régimen político", contestó: "sólo espero que, después de la transición en Túnez y en Egipto, esos países consigan aprobar una Constitución como la que tenemos nosotros"173.
Los hechos, sin embargo, desmentirían a quienes trataron de quitar importancia a la movilización del 20 de febrero. El 6 de marzo se convocaría,
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también por "Facebook" una nueva manifestación, esta vez ante la sede del Parlamento.
III.2.A. A pesar de declaraciones como la del ministro de Asuntos Exteriores marroquí proponiendo la "Constitución" marroquí de 1996 como "modelo" para los demócratas de Túnez y Egipto y a pesar de algún periodista que dijo que los marroquíes habían salido "tímidamente" a la calle, la realidad es que el 20 de febrero se produjo una conmoción en el sistema.
El régimen alauita adoptó la táctica del "palo y la zanahoria". Por un lado, Mohamed VI trató de tomar la iniciativa y aparentar que se preocupaba por las demandas sociales de la población.
A tal efecto, un día después de las manifestaciones del 20 de febrero, decidió crear el "Consejo Económico y Social" que se había introducido en la "Constitución" 19 años antes, en 1992, pero que aún no había pasado del papel174.
Como era claro que esta medida era insuficiente, el régimen apenas unos días después, el 3 de marzo, aprobó un dahir creando el Consejo Nacional de Derechos Humanos al que atribuyó la competencia de poder pedir a los tribunales que investiguen presuntas violaciones de derechos humanos.
Por otro lado, el régimen procesó y encarceló a varios manifestantes del 20 de febrero175. Sin embargo, el régimen era consciente de que el movimiento de protesta tenía una envergadura tal que intentar hacerle frente con el establecimiento de un "Consejo Económico y Social" o con un "Consejo Nacional de Derechos Humanos" controlado por el rey era inútil.
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Para intentar hacer frente a esta situación, Mohamed VI anunció una reforma constitucional. Pero para no "perder...
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